Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario DPI Suplemento Cambio Climático Nro 21- 19.09.2018


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Las mujeres frente al cambio climático

Por Valeria Fanti*

A pesar de los esfuerzos – o intentos – para combatirlo, el cambio climático es una realidad, entonces, para abordar la crisis ambiental que supone las consecuencias de este fenómeno es indispensable entenderlo no solo en términos técnicos y científicos, sino también desde un análisis de lo social,entre ellos la cuestión de género. A partir de los diversos conocimientos y habilidades de las mujeres concernientes a la protección de los recursos naturales y de su gestión, así como diversas estrategias para manejar situaciones de crisis es que se destaca la importancia de la incorporación de la cuestión de género en la mitigación y adaptación al cambio climático. El elemento clave es el empoderamiento y participación de las mujeres con el fin de que sean escuchadas, lo que conlleva el desarrollo de representaciones en la toma de decisiones, así como un mayor financiamiento económico.

Antecedentes. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estableció en 1984 el primer reconocimiento del nexo entre la cuestión ambiental y la perspectiva de género, cuando un grupo de mujeres asesoras sobre desarrollo sustentable comenzaron a reflexionar y advertir al Programa respecto a la conexión entre la problemática de exclusión que afecta a las mujeres, los roles que desempeñan y su aporte real y potencial a la conservación del medio ambiente en un contexto de desarrollo[1].  Seguidamente, el Principio 20 de la Declaración de Río es el primero que resalta que las desigualdades de género impiden el desarrollo sostenible al declarar: “Las mujeres tienen un rol fundamental en la gestión ambiental y en el desarrollo. Por lo tanto, su plena participación es esencial para lograr el desarrollo sostenible”[2].

 En la COP 7 en Marrakech (2001) se mencionó por primera vez la necesidad de integrar el enfoque de género en la elaboración de los planes nacionales de adaptación al cambio climático. En 2010, en la COP 16 en Cancún se enfatizó la necesidad de diseñar acciones de adaptación al cambio climático que tomaran en cuenta las dimensiones de género. Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) también dan mayor importancia al asunto y reconocen cada vez más las complejas interacciones de la desigualdad de género con la vulnerabilidad climática de las poblaciones (IPCC 2001, 2007, 2012)[3].También ha reconocido que “el cambio climático impactará de manera diferenciada las regiones del mundo, las generaciones, los grupos etarios, los grupos socioeconómicos y los géneros”. Durante la COP20 de Lima se logró una decisión para darles mayor representatividad en las soluciones que buscan los países ante el incremento de los GEIs. El “Trabajo de Lima sobre Género” invito a los países a promover el equilibrio y la sensibilidad de género en el desarrollo y la implementación de la política climática y en las actividades de la CMNUCC. Se decidió también que las partes deben de mejorar la participación de las mujeres en sus delegaciones y en todos los órganos establecidos de la Convención, y se instituyó un programa de trabajo de dos años para promover y equilibrar el tema de género para hacer frente al cambio climático[4]. En el Preámbulo del Acuerdo de Paris igualmente se reconoce la adopción de medidas con componentes de igualdad de género, empoderamiento de la mujer y equidad intergeneracional.

¿Cómo afecta el cambio climático a las mujeres? Según el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC[5] los impactos derivados del calentamiento global que provocan temperaturas extremas y desastres son: incremento de inundaciones, tempestades y olas de calor; disminución de la disponibilidad de agua (más sequía, niveles variables de precipitaciones); e impacto sobre la disponibilidad de los alimentos. Para las mujeres, en particular las que habitan en entornos rurales – más dependientes de los recursos naturales – estos efectos son aún más perjudiciales[6]. El grupo más afectado por el clima es el de las mujeres en condiciones de pobreza. La FAO revela que, “las mujeres hacen contribuciones fundamentales a la economía rural de todas las regiones de los países en vías de desarrollo como agricultoras, labradoras y empresarias”[7]. Como mujeres de entornos rurales, tienen un rol importante en la producción de alimentos. Ellas son quienes aseguran -con frecuencia- la alimentación de sus familias mediante la agricultura de subsistencia y la cría de ganado, a menudo en las cercanías de sus hogares. Los hombres tienden a trabajar entidades de producción más grandes ubicadas en lugares distantes de su hogar. En su papel como proveedoras de alimentos, las mujeres dependen altamente de los recursos naturales y de un ambiente sano y son -por lo tanto- las primeras en ser afectadas por los impactos del cambio climático. Asimismo, tienden a estar subrepresentadas en la toma de decisiones en los ámbitos local y nacional sobre el cambio climático, incluida la asignación de recursos. Esto significa que su capacidad de contribuir con su experiencia es muy limitada[8].

La capacidad adaptativa de las mujeres frente al cambio climático.  Las mujeres contribuyen de manera diferente al cambio climático y al desarrollo sostenible debido a diferencias en el comportamiento. Aquellas cuyo rol es a menudo proveer a sus familias e hijos, trabajan en lugares más cercanos a sus hogares y así usan menos transportes y energía para trasladarse[9], por lo tanto su nivel de consumo de energía y en consecuencia, sus emisiones de carbono son mucho más bajas[10]. Por otro lado, las mujeres que viven en las comunidades indígenas aportan en la adaptación al cambio climático a través de sus relaciones económicas, físicas y espirituales con la tierra, el agua y los ecosistemas, debido a que tienen un conocimiento ecológico tradicional y especializado que debe ser considerado como una de las soluciones más adecuadas al cambio climático[11]. En su función de cuidado se las arreglan para satisfacer las necesidades de sus familias y, particularmente en las áreas rurales, tienen un amplio conocimiento de los recursos naturales y el medio ambiente. Este conocimiento sobre la forma de administrar y proteger sus hogares es extremamente valioso cuando se buscan soluciones para la adaptación al cambio climático y desastres relacionados con él. De igual forma conforman redes sociales dentro de sus comunidades y tienen mayor conocimiento sobre las estructuras y capacidades de sus territorios.[12]

Por estos conocimientos y por su gran capacidad de resiliencia se torna indispensable incorporar la perspectiva de género en el desarrollo de las estrategias de adaptación y en los ámbitos de toma de decisiones. Las mujeres deben dejar de ser consideradas víctimas en los desastres y tomar un rol activo como líderes en los debates y definiciones de políticas públicas, los cuales también deben estar sustentado en nuevas y mayores investigaciones sobre las experiencias de género en las cuestiones de adaptación al cambio climático, para lo que es necesario un mayor financiamiento. 

[*]  Licenciada en Ciencia Política (USAL). Pte Asociación Civil Sociedad Ambiental. val.fanti@gmail.com

[1] COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES (2008) “Género y Cambio Climático”. P. 1 Disponible en https://www.oas.org/cip/english/docs/cursos_anteriores/33_hemissem_challengeswomen_aug09/presentaciones/5_krasmussen_ago09.pdf

[2] Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo).

[3] GONDA, Noemi. (2014) “Género y Adaptación al Cambio Climático Puesta en común y sistematización de experiencias sobre la integración de la perspectiva de género en la adaptación al cambio climático en el ámbito rural en Nicaragua”. P. 11. Managua, Nicaragua. Septiembre 2014 Disponible en http://www.undp.org/content/dam/nicaragua/docs/MedioAmbienteyGestiondeRiesgo/NIC_Genero%20cambio%20climatico%20Nicaragua_web.pdf  (15.07.2018)

[4] Conexión COP http://conexioncop22.com/mujeres-y-cambio-climatico-se-fortalece-el-respaldo-para-una-de-las-poblaciones-mas-vulnerables/ (15.07.2018)

[5] IPCC, Fourth Assessment Report Climate Change 2007: Synthesis Report, 2007

[6] STOCK, Anke. (2012) “El cambio climático desde una perspectiva de género”. P. 11.  Fundación Friedrich Ebert, FES-ILDIS Disponible en http://library.fes.de/pdf-files/bueros/quito/09023.pdf

[7] FAO (1997). What is Gender? http://www.fao.org/gender/en/

[8] COORDINADORA DE LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS DE LA CUENCA AMAZÓNICA (2015)  (2015) “Política de Equidad de Género y Programa de Mujer Indígena y Adaptación al Cambio Climático” http://cdn.inventarte.net.s3.amazonaws.com/cop20/wp-content/uploads/2015/02/publicacion_politica_de_equidad_coica.pdf    (14.07.2018).

[9] OCDE (2008) Household Behaviour and the Environment.p. 66

[10] GenderCC, en http://www.gendercc.net  (14.07.2018)

[11] COICA (2015)

[12] STOCK, Anke. (2012) p. 24

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