Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS1 Diario DPI Suplemento Cambio Climático Nro 14 – 27.04.2017


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Comentario sobre la Revista Pulso Ambiental, publicación de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) de marzo 2017

Por Sabrina D. Spaccarotella*

Existe consenso en la comunidad científica internacional de que el cambio climático se debe fundamentalmente a la acción humana, y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad generar soluciones. Para enfrentar tan inédito fenómeno es necesario el compromiso de todos los actores de la sociedad, y sobre todo de los gobiernos, adoptando políticas climáticas basadas en la mejor información disponible. Esto requiere un mayor acercamiento del sector académico a los de los decisores políticos[2].

En noviembre de 2016 entró en vigor el Acuerdo de París (AP), más de 120 países se comprometieron a generar soluciones y atender el problema del cambio climático. Tras extensas negociaciones y una denodada incidencia por parte de la sociedad civil, lo cual tuvo un alto impacto, generando fuerte atención de los medios y público general. A partir de su adopción, una serie de acciones empezaron a prosperar. Sin embargo el Director de Cambio Climático de la FARN, Maurtua Konstantinidis[3], señala que los avances en la materia no son suficientes y queda mucho camino por recorrer. Todavía persisten prácticas que están muy arraigadas como en la Argentina que subsidia a la actividad petrolera.

El Prof. Gabriel Blanco[4] sostiene que esos gases provenientes del uso del petróleo, gas natural y carbón para la producción de la energía son utilizados para cocinar, calentarnos en el invierno, iluminarnos, trasladarnos, y producir todo lo que consumimos, desde lo que comemos hasta lo que vestimos, pero además provienen de la forma en que hacemos agricultura y de la deforestación de bosques nativos que la acompañan. Se trata entonces de algo más que de emisiones de gases y de cambio climático: estamos hablando de la manera en que nos desarrollamos como sociedad.

En la misma sintonía opina el Mg. Roque Pedace[5], señalando que esta situación se repite en el transporte, el manejo de áreas naturales o la producción agrícola. Estamos en un momento donde hay que tener en cuenta las emisiones de la ganadería y de los cultivos, aun si tuviera cierto costo cambiar nuestros hábitos alimenticios. Eso no es tan difícil como suena: hacerlo a tiempo es un desafío, pero hacerlo con justicia para que todos puedan comer mejor y no peor, es uno aún mayor.

El Dr. Estrada Oyuela[6], señala que la adopción del AP ha hecho resurgir el interés por las energías renovables. Esto ocurre fuertemente en China que, aunque es un gran productor de turbinas eólicas y celdas fotovoltaicas, el consumo de carbón sigue creciendo y proclama que sus emisiones podrían aumentar hasta el 2030. En la Argentina también se perfila una cierta preferencia por las energías renovables, pero se anuncian inversiones significativamente mayores para la explotación y exportación de hidrocarburos no convencionales.

El Acuerdo de París agrupa los compromisos establecidos por todos los Estados que hicieron posible el pacto. Una de las bases para el cumplimiento de esos compromisos es la implementación de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs por sus siglas en inglés), aquellas que cada Estado hará a la lucha mundial contra el cambio climático[7].

En el caso de Argentina, la política climática debe ser muy ambiciosa. Pero en la práctica las medidas tomadas hasta ahora no cumplen con esa ambición, ni en la primera versión de la Contribución Nacional de 2015 ni en su versión de 2016. La revisión es parte de un proceso que debiera llevar a cambios transformacionales a un escenario compatible con la descarbonización total de la economía argentina y el resto del planeta para mediados del siglo. El cambio ocurrido formalmente con la Contribución Nacional resultó en un proceso con mayor participación y un nivel técnico más alto que los anteriores, aun teniendo en cuenta que se basó en los avances que ya tenía la tercera comunicación nacional. Sin embargo como señalamos las metas se hallan muy lejos de una trayectoria de reducción de emisiones compatibles con el Acuerdo de París que apunta muy por debajo de los 2 grados de calentamiento global[8].

Así las cosas, nos encontramos ante un contexto extremadamente complejo, debiendo realizar en el caso de Argentina cambios estructurales no solo en sus leyes sino sobre todo en sus políticas públicas, las que deben ser encaminadas a generar nuevos hábitos y conductas tendientes a lograr minimizar los peligros del cambio climático, que por supuesto ya está entre nosotros, una vez más y como sucede en innumerables asuntos de coyuntura social, económica y política nos hallamos en un punto de inicio para poner en marcha el cambio necesario para cuidar nuestro común hogar.

[*] Abogada UBA. Candidata a Magister en Derecho Procesal de la Universidad Nacional de Rosario. Docente de “Derecho Constitucional Profundizado y Procesal Constitucional” Universidad de Buenos Aires. Docente de “Contenidos de la Constitución Nacional y los Derechos Humanos” y “Seminario optativo Sistema Nacional de Áreas Protegidas: Régimen legal e incidencia en la gestión ambiental” Universidad Nacional de Luján. Correo de contacto: sabrinadspaccarotella@gmail.com

[2]  Editorial, Pulso Ambiental, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pág. 3.

[3] Konstantinidis, Maurtua, Enrique, Pulso Ambiental, La lucha contra el cambio climático. Mucho por hacer, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pág 4.

[4] Blanco, Gabriel, Las “nuevas – viejas” decisiones en la Argentina en materia energética, La lucha contra el cambio climático. Mucho por hacer, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pág 18.

[5] Pedace, Roque, La políticas climática en un punto de inflexión, Pulso Ambiental, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pág. 17.

[6] Estrada Oyuela, Raúl A., El acuerdo de París necesita despejar su camino, Pulso Ambiental, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pag. 10.

[7] Rodríguez Osuna, Andrea, Actores no gubernamentales y su rol en la promoción de la agenda climática global, Pulso Ambiental, Revista de Política y Debate, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Nº 7, marzo de 2017, pag. 13.

[8] Op cit. pág 15.

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