Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario Familia y Sucesiones Nro 155 – 15.06.2018


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Las dificultades en torno a la inclusión de la enseñanza de la violencia de género en las facultades de derecho

Por Diego Oscar Ortiz*

I.- Introducción 

La modalidad de enseñanza del derecho de las familias ha variado de acuerdo a la aparición de postulados, conceptos e interpretaciones plasmados en Códigos, leyes especiales e Instrumentos internacionales de protección de los Derechos Humanos.   Estas innovaciones obligaron a los docentes universitarios a capacitarse de acuerdo a las nuevas herramientas legales, fundamentos y reinterpretación de los institutos. Por otra parte, no solo ha cambiado el contenido sino también la didáctica para transmitir. Y en el medio de esos cambios que han calado tan hondo en el derecho de las familias, aparece la violencia familiar como un tema novedoso para incluirlo en la misma, pero con el aditamiento que aparece con su propio ritmo y lógica a medida que se sancionan las leyes de protección contra la violencia familiar y de género. Esta es una de las apariciones que le da entidad como unidad independiente sumado a los conceptos específicos de la misma como el ciclo de la violencia, el síndrome de indefensión aprendida, la naturalización e invisibilización de la violencia, modelo ecológico sistémico, socialización genérica, etc.

  1. La inclusión tardía

La aparición de leyes de protección contra la violencia familiar en la década del noventa ha sido un factor desencadenante y un muestrario de lo incipiente del tema. Otra prueba de lo tardío es el desconocimiento general (inclusive de operadores del derecho) de los instrumentos internacionales específicos sobre el tema como las Convenciones, Protocolos, Recomendaciones generales, Mesa de Seguimiento, etc. Y por último la ley de violencia de género se sanciona recientemente en el año 2009, es decir que desde el punto de vista jurídico hablamos de violencia de género a nivel nacional a fines de la década del 2000, lo que es una gran virtud legislativa resultada de las luchas de aguerridas profesionales.

III.- La inclusión problemática

Lo “problemático” de esta aparición reciente es que no permitía el estudio específico de la temática, analizar las herramientas nacionales e internacionales que regulan el procedimiento con perspectiva de género en temas como acceso a la justicia, competencia, legitimación activa, denuncia, medidas cautelares, recurso de apelación. Cuando planteamos la necesidad de este análisis nos referimos en abordar el procedimiento con perspectiva de género, es decir reconociendo la violencia de un género sobre otros basada en una relación desigual poder configurada por prácticas sociales históricas y culturales que plantean la superioridad de un género sobre otros.

Esta lentitud mencionada en el ámbito universitario se resumía en que un/a estudiante de derecho que no conocía dichos elementos en las materias que había cursado, cuando se recibía de abogado/a no sabía aplicarlos por el desconocimiento o los aplicaba en desmedro de los derechos de las personas que defendía con una actitud litigante o adversarial mas alineada a otros procesos civiles ordinarios.

IV.- La inclusión progresiva

Por último y con un halo esperanzador, la inclusión de esta temática es “Progresiva”, es decir que paso a paso vamos comprendiendo la necesidad de analizar el procedimiento de violencia familiar con perspectiva de género sin alejarnos de los preceptos de cada instituto procesal. Algunos ejemplos de esa progresividad se da en la inclusión de materias optativas o de unidades en materias como Derecho de Familia, Derecho Procesal, Derecho Penal y en el Practico profesional de la carrera, el florecimiento de capacitaciones (multidisciplinarias o no),  la creación de algunas Comisiones de Género en los Colegios de Abogados y Asociaciones, la oferta de cursos de posgrado específicos con un plantel docente conformado por profesionales de varias disciplinas, la aparición de jurisprudencia de los últimos años en las que se menciona concepto específicos de la especialidad, el fundamentos de protección de las personas, la redefinición constante de las cuestiones procesales, entre otras cosas.

  1. Conclusión

Como conclusión, estamos de acuerdo en enseñar la temática en el ámbito universitario, pero nos tenemos que preocupar en qué contenido enseñar y cómo trasmitirlo a fin de sensibilizar al/la alumno/a y futuro profesional en un tema que lamentablemente va en crecimiento y requiere profesionales capacitados, actualizados y sobre todo sensibilizados en la temática.

[*] Abogado ( UBA) Profesor Universitario en Ciencias Jurídicas ( UBA), Especialista en Violencia Familiar ( UMSA), Docente de Contratos Civiles y Comerciales ( UBA) y Derecho de Familia y Sucesiones ( UBA), Director de la Revista de Actualidad en Derecho de Familia de Ediciones Jurídicas, autor de libros y artículos de su especialidad.

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