Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario DPI Suplemento Cambio Climático Nro 16 – 18.08.2017


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Propuestas locales para afrontar los desafíos globales del cambio climático

Por Jorge Cuello*

Si bien el planeta Tierra fue mutando climáticamente a lo largo de su existencia, en la actualidad el accionar humano está produciendo notables alteraciones y acentuando los procesos naturales de cambio climático a través de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2) o el gas metano (CH4).

Estos gases provenientes de las actividades industriales y agropecuarias y la quema de combustibles fósiles –como el petróleo y el gas–, a través del uso del transporte automotor, por ejemplo, son expulsados a la atmósfera y, luego de aproximadamente 50 años, se fijan en ella, formando así una capa de gases que impiden la salida de los rayos solares una vez que éstos entran en el planeta.

De esta forma, se produce el llamado “efecto invernadero” y el aumento de la temperatura media del planeta, lo que provoca alteraciones en el ciclo del agua a través de la intensificación de las lluvias y sequías en todos los continentes. Además el cambio climático está provocando el ascenso del nivel del mar, alimentado por el derretimiento de los glaciares y los hielos polares y fragilizando el litoral marino, lo que acarrea la salinización de los deltas, así como la inundación de archipiélagos y zonas costeras. Recurrentes sequías están reduciendo la extensión y variedad de los espacios verdes, y se está agravando la escasez de agua potable. Al conjunto de estos desequilibrios se agregará un incremento en la frecuencia de las catástrofes climáticas.

Frente a este escenario, las ciudades quedarán cada vez más expuestas a las consecuencias de los desequilibrios ambientales climáticos y se harán sentir sobre sus territorios los aspectos negativos de una mutación climática que ya llegó para quedarse. Es por eso que los gobiernos locales, además de adoptar medidas concretas para contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, deberán poner en marcha acciones preventivas de adaptación climática para evitar daños mayores en términos materiales y humanos frente a los desastres naturales.

A continuación, en consecuencia, se esbozan algunas ideas que contienen líneas de acción y propuestas, las cuales pretenden convertirse en un aporte para afrontar desde el ámbito local un problema de alcance global como lo es el cambio climático planetario.

 

1) Planes de gestión integral de Residuos Sólidos Urbanos:

La mayoría de las ciudades de nuestro país carecen de un plan integral de gestión de residuos sólidos urbanos, y la falta de separación y recolección diferenciada y su disposición a cielo abierto generan un alto impacto ambiental, así como también un aumento en las emisiones de gases de metano y otro tipo de gases producidos por los líquidos lixiviados y la quema ocasional de la basura.

Para afrontar esta problemática se deberá instalar contenedores en la vía pública para la disposición y recolección de residuos domiciliarios de manera diferenciada, construir plantas a través de consorcios regionales entre varios municipios para el acopio y tratamiento de los residuos reciclables, y crear rellenos sanitarios que permitan una correcta disposición final de los residuos húmedos,   aprovechando en este último caso la posibilidad de producir energía con los gases que estos residuos emiten.

Para el caso de determinados residuos especiales (baterías, pilas, productos informáticos, aceites, etc.) deberán crearse puntos verdes en diferentes puntos de las ciudades para su acopio y posterior transferencia a centros especializados para su reciclaje. Toda esta tarea debe ir acompañada de programas y campañas de concientización ciudadana y de los propios trabajadores municipales para lograr una gestión integral de los residuos domiciliarios.

 

2) Instalación de luminaria pública de bajo consumo o energía solar:

Las ciudades poseen algunas zonas del área urbana y periurbana que no cuentan con alumbrado público o el mismo resulta insuficiente. Por ello resulta necesario efectuar inversiones sostenidas en el tiempo que permitan ampliar gradualmente la red de alumbrado público y renovar la luminaria existente, incorporando luminarias LED de bajo consumo y luminarias que se alimenten a través del aprovechamiento de la energía solar.

3) Promoción del uso de energías alternativas:

Existen actualmente varios instrumentos tecnológicos que permiten aprovechar los rayos del sol para la provisión de energía, como los paneles, los termotanques y las cocinas solares, los cuales contribuyen a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se debe en consecuencia promocionar su uso en las viviendas a través del financiamiento público para la incorporación de estas tecnologías en los hogares y en las dependencias públicas municipales y provinciales existentes en cada ciudad.

Por otra parte, los municipios deben apuntalar a crear parques públicos de generación de energía solar, eólica o biomasa, entre otras alternativas, para el suministro del consumo eléctrico en las propias ciudades o para su incorporación en el sistema interconectado nacional, aprovechando los avances que se realizarán en esta materia en el ámbito del Congreso Nacional para dar un marco regulatorio a la generación distribuida de energía eléctrica a través de fuentes renovables.

4) Forestación de los espacios verdes y veredas de la ciudad:

Los árboles utilizan el dióxido de carbono en el proceso de fotosíntesis y su captación contribuye a disminuir los gases de efecto invernadero que van a parar a la atmósfera. Por eso, resulta necesario poner en marcha planes municipales de forestación que contribuyan a captar los gases, mejorar  los espacios verdes (plazas, parques y bulevares), aumentar la absorción y retención de las aguas de lluvias y refrigerar el interior de las viviendas a través de la forestación de las veredas públicas.

5) Planes de reducción de emisiones en la industria y la agricultura:

Las diferentes actividades industriales y agropecuarias contribuyen de manera directa a profundizar el cambio climático a través de las emisiones de gases que se liberan a la atmósfera. Por esta razón, se deben adoptar procesos de producción limpia que reduzcan las emisiones de gases contaminantes y avanzar hacia sistemas más sustentables de producción que armonicen el desarrollo económico y social con la preservación ambiental.

Los municipios junto a la banca pública nacional y provincial deben incentivar estos procesos de adaptación y producción más limpia, a través del financiamiento de proyectos de reconversión productiva y la reducción de tasas e impuestos que actúen como incentivos fiscales para que el sector productivo efectúe los cambios necesarios que permitan disminuir las emisiones de gases contaminantes.

6) Planes municipales para afrontar contingencias climáticas:

El aumento en el régimen de precipitaciones es una de las consecuencias más directas del cambio climático, provocando inundaciones, anegamientos y grandes pérdidas materiales y humanas irreparables, razón por la cual resulta necesario fortalecer los planes para afrontar contingencias ambientales en cada municipio, incorporando sistemas de alertas climáticas tempranas, planes de evacuación de la población en situaciones de emergencia y el mantenimiento, limpieza y ampliación de los desagües pluviales para evitar inundaciones en el casco urbano y/o rural.

 

7) Sistemas de transporte público ecológico:

La creación de bicisendas y sistemas de uso de bicicletas públicas, sobre todo en las grandes ciudades de nuestro país, junto a la promoción de las caminatas como medios de locomoción  contribuirían a una reducción en el uso del automóvil y el transporte público automotor, y en consecuencia se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero, los accidentes de tránsito y se producirá una mejora en la calidad de vida y salud de la población debido al uso de medios de transporte sustentables.

8) Programas de educación ambiental:

Las ciudades deben generar las condiciones para lograr un desarrollo sustentable que armonice el desarrollo económico y social con el cuidado y preservación del ambiente. Para ello resulta fundamental apostar a la formación, capacitación y concientización para que la ciudadanía conozca y contribuya a afrontar las diferentes problemáticas ambientales y aquellas que en particular están ligadas con el cambio climático.

Entre otras cosas, se podría fomentar la apertura Carreras Técnicas de Gestión Ambiental en los institutos superiores de formación técnica provinciales, estimular la puesta en marcha de programas de formación ambiental para docentes y estudiantes, crear las carreras de administradores gubernamentales ambientales en el ámbito de los municipios para capacitar a los funcionarios y empleados municipales y poder abordar de manera trasversal, desde el sector público, la problemática ambiental e impulsar campañas de concientización sobre separación de RSU y otras temáticas ambientales.

Todas estas propuestas no resultan excluyentes de otras que razonablemente puedan formularse y  requieren de la decisión y los consensos políticos necesarios para su puesta en marcha, así como también de los recursos humanos y económicos para poder materializarlas, siendo de vital importancia además la gestión de partidas presupuestarias en el orden provincial y nacional, así como también ante organismos internacionales, como es el caso del fondo verde de las Naciones Unidas, creado recientemente para fomentar acciones como las antes descriptas en diferente países y ciudades de nuestro planeta.

Desde luego y tal como lo subrayan las leyes nacionales ambientales, todas las transformaciones en materia ambiental deben producirse de manera progresiva, aprovechando los medios tecnológicos disponibles y apuntando a modificar patrones de conducta que están ampliamente arraigados en nuestras sociedades.

El desafío, sin dudas,  es importante, pero vale la pena iniciar el camino hacia su concreción para que podamos actuar localmente frente a uno de los principales problemas globales que debe afrontar la humanidad y legar a las generaciones futuras un ambiente sano y apto para la vida en el planeta.

[*] Abogado. Docente de la UBA/UNSAM. Miembro del Departamento de Gestión Ambiental de la AGN. Investigador UBA / DCyT.

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