Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario DPI Suplemento Salud Nro 31 – 06.06.2016


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Educar a los profesionales sobre ambiente y salud: carga ambiental de la enfermedad y costo de la inacción

Por Lilian Corra*

La carga de enfermedad provocada por la contaminación ambiental es uno de los factores de riesgo más importantes para la Salud Pública. La raíz ambiental de las enfermedades es causa “evitable” de daño, los efectos pueden ser “irreversibles” y los factores ambientales son “modificables”.

Los niños, embarazadas y jóvenes en edad reproductiva son más vulnerables. En las comunidades en situación de pobreza y las poblaciones indígenas la carga ambiental de la enfermedad se duplica. Las situaciones de inequidad en relación a la exposición a factores ambientales son evidentes, de la misma manera también se vulnera el derecho a la salud y a un ambiente sano.

Un reciente comunicado de la Organización Mundial de la Salud indica que pocos riesgos afectan tanto la salud como la contaminación del aire, que por sí sola, es el riesgo ambiental más grave. Es responsable de 1 de cada 8 muertes y responsable de más del 80% de las muertes en países con medianos y bajos ingresos.

Cada año mueren 4.3 millones de personas debido a la exposición al aire contaminado del interior de las viviendas, y 3.7 millones por exposición a contaminantes presentes en el aire exterior (aire ambiental). La repercusión es mayor de lo pensado hasta hace poco tiempo y tiene un gran impacto en el desarrollo de cardiopatías y accidentes cerebro-vasculares, además de la carga que representa para las afecciones respiratorias (cáncer de pulmón, bronquitis, asma y otras).

La creciente evidencia sobre la carga ambiental de la enfermedad es abrumadora e indica la necesidad y urgencia de implementar acciones efectivas de intervención para proteger la salud y calidad de vida desde el sector de Salud Pública.

Los temas ambientales son complejos y multi-sectoriales pero existen muchas oportunidades de desarrollar intervenciones exitosas desde el sector de Salud Pública que redundan en beneficios efectivos sobre la salud, calidad de vida y el ambiente. El sector de Salud Pública se encuentra en posición de liderar las acciones. Por ejemplo, las medidas para limpiar el aire que respiramos deben ser concertadas con otros sectores.

Los profesionales que trabajan en el área de administración de la Salud Pública tienen la preparación científica y técnica para comprender los procesos, desarrollar estrategias y alertar sobre las repercusiones que representan los cambios en los estilos de vida y el impacto en el ambiente de la actividad humana. Las estrategias ambientales deberían ser centrales en las políticas de Salud Pública.

Relacionar los temas de salud y ambiente permite comprender la relevancia de la raíz ambiental de las enfermedades, identificar las fuentes ambientales de contaminantes o exposición y desarrollar e implementar acciones de intervención efectivas que reduzcan la carga de la inacción. Estas acciones se ven inmediatamente reflejadas en la mejora de la salud de las comunidades e individuos y en la mejor administración de los fondos destinados a la Salud Pública.

En las últimas décadas, de la mano de los nuevos conocimientos, se puede actualizar y entender los nuevos escenarios, desarrollar herramientas para facilitar el proceso de toma de decisiones, diseñar e implementar intervenciones y hacer el seguimiento de los avances y correcciones de las estrategias aplicadas a través de indicadores específicos en salud y ambiente.

Hoy sabemos sobre la especial vulnerabilidad durante el periodo de desarrollo, la relación entre la causa (exposición) y los efectos, sobre los determinantes ambientales de enfermedad y la toxicidad de los químicos presentes en el ambiente.

Los niños están expuestos desde el momento mismo de su concepción(2), son afectados por la exposición de sus padres (y sus abuelos!), tienen tasa metabólica alta, coeficiente superficie corporal/volumen superior al del adulto y sistemas de desintoxicación inmaduros. Además no reconocen los peligros y no saben evitarlos, lo que los predispone a sufrir más lesiones no intencionales (accidentes)(3). Los efectos de la exposición temprana también pueden expresarse en la adultez ya que los niños tienen más tiempo de vida para expresar la enfermedad.

La pérdida de la calidad de vida, la salud o de una vida joven provoca un profundo daño emocional y económico para la familia.Los niños no tienen voz política y tenemos la enorme e indeclinable responsabilidad de protegerlos y prevenir la exposición peligrosa a factores ambientales.

Preocupa de manera especial los efectos sobre la fertilidad (reproducción) y sobre el neuro-desarrollo, que se expresan como problemas de conducta, deterioro de las funciones intelectuales y del coeficiente intelectual.  

Tenemos todavía mucho que aprender. Hoy conocemos poco aún sobre la exposición a los factores ambientales nuevos y emergentes, por ejemplo sobre la exposición y forma de acción de las nano-partículas, sus efectos son aún imperceptibles. El que haya químicos en el ambiente con actividad hormonal (disruptor endocrino) o que sea tóxico para el neuro-desarrollo (inteligencia y conducta) y la fertilidad (reproducción) agrega un peso importante al definir su carácter toxico.

El sector académico tiene roles y responsabilidades inmensos e indelegables respecto a mantener independientes la educación, información e investigación para formar valores humanos y profesionales con una visión holística de la relación del hombre con el ambiente.  Es esencial formar a los médicos, pero también a los demás profesionales que trabajan en Salud Pública sobre los temas de salud y ambiente para que aumentar su compromiso personal, profesional e institucional;su involucramiento en los procesos de toma de decisiones;  y prepararlos para discutir y abordar de manera trans-disciplinaria los problemas y estrategias.

Para surgir al siglo XXI de manera completa, se deben orientar los conocimientos a los problemas y escenarios actuales, formar el pensamiento sobre la forma sustentable de vida, identificar fuentes fidedignas e independientes de información para entender mejor los contextos y difundir herramientas para evaluar los procesos ambientales y el rol del hombre, la ciencia y la tecnología.

Urge fortalecer los recursos profesionales en Salud Pública y también de todos los sectores involucrados para incentivar la participación, promover la colaboración inclusiva inter-sectorial, mejorar el diagnóstico del escenario en ambiente y salud, desarrollar políticas y estrategias adecuadas e implementar intervenciones efectivas para revertir la escalada de la carga ambiental de la enfermedad y proteger a los más vulnerables y en riesgo.

La estrategia planteada por Ban Ki Moon, Secretario general de Naciones Unidas (“Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer y el Niño”) indica que: “Los determinantes ambientales de la enfermedad tienen una carga importante sobre la salud y calidad de vida, en especial jóvenes en edad reproductiva, embarazadas, niños y a lo largo de la vida. Los más vulnerables son los más afectados. Modificar los factores ambientales requiere de la colaboración multisectorial para intervenciones efectivas en Salud Pública. La identificación y colección de indicadores de salud actualizados facilitará la priorización de políticas e intervenciones” (4).

Acorde a la OMS: “Para tener una visión integral de los Objetivos de Desarrollo Sustentable es necesario un proceso participativo con un abordaje multi-disciplinario y multi-institucional. Hay expectativas en los puntos sobre accidentes de tránsito y contaminación porque los sectores que no son de salud deben liderar los cambios”.

Finalmente, la encíclica Laudato Si, los Objetivos de Desarrollo Sustentable y la Estrategia Global sobre la Salud de la Mujer, Niños y Adolescentes de UN son documentos importantes, emergidos de instituciones altamente representativas que nos han provisto de herramientas poderosas. El sector académico y el profesional deben rever sus objetivos y estrategias para adaptar y aplicar sus capacidades al escenario actual. El Sector de Salud Pública juega un rol central e indelegable y debe ser protagonista cuando se trata de asegurar el derecho a la salud y a un ambiente sano.  

*Directora de la Carrera de Médico Especialista en Salud y Ambiente, Facultad de Medicina de la Universidad  de Buenos Aires; Coordinadora del Posgrado en Salud y Ambiente para Profesionales de todas las áreas, Instituto para el Desarrollo Humano y la Salud, Asociación de Médicos Municipales – CABA.

(2) Ventanas de vulnerabilidad durante el desarrollo. Una ventana de vulnerabilidad es un lapso en que las medidas defensivas están reducidas, comprometidas o faltantes. Es una oportunidad de atacar algo que esta en riesgo (Oxford Dictionaries).

(3) Las principales causas de defunción infantil a raíz de lesiones son los accidentes de tránsito, los ahogamientos, las quemaduras, las caídas y los envenenamientos. Ref.:OMS

(4) Ref: Women’s, Children’s, and Adolescents’ Health, Ensuring multisectoral action on the determinants of reproductive, maternal, newborn, child, and adolescent health in the post-2015 era, WHO, 2015

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