Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario DPI Suplemento Salud Nro 22 – 28.12.2015


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

“De Amiana a Minamata, los caminos del mercurio”

Por Liliana Cori y Lilian Corra

Hace un año exactamente, el 15 de noviembre del 2013 tuvimos la oportunidad de visitar las minas de mercurio de la zona de Monte Amiata, en Toscana, Italia.

Las minas de Amiata adquirieron su fama debido a que producían mas del 30% del mercurio a que se comercializaba a nivel global en la primera mitad del Siglo XX. Funciono durante más de cien años, desde la segunda mitad del Siglo XIX hasta su cierre operativo definitivo en 1979.

La fascinante historia de este lugar y sus actividades pueden leerse en el sitio web del Parque“Museo de la Minería de Mercurio Monte Amiata”.

Se pueden observar las condiciones de trabajo de los mineros en esa época, caracterizadas por inmenso sacrificio y cansancio. Los conocimientos y conceptos sobre las enfermedades laborales eran todavía inmaduros y de medios de protección de salud de los trabajadores insuficientes o casi inexistentes.

La producción y economía de la montaña se mudó con rapidez industrial, produciendo ingresos, que tuvo consecuencias a corto, mediano y largo plazo. En el momento de actividad se pagó el precio de los accidentes y enfermedades laborales, hoy sigue pagando el costo del pasivo de la contaminación del ambiente, las consecuencias en salud de la exposición de la población a residuos tóxicos y las acciones de remediación del sitio.

Una temporada de batallas

Una dura época de grandes guerras y también de batallas sociales….no se deben ignorar ya que las historias que se olvidan se repiten.

El señor Roberto tiene 82 años de los que pasó 32 trabajando en las minas de mercurio, hoy es uno de las guías voluntarios del museo de las minas. Orgullosamente cuenta la historia de las batallas de los trabajadores para proteger su salud y mejorar las condiciones laborales. Se consiguieron turnos más cortos y hasta cambiar la forma de trabajo incorporando herramientas como martillos neumáticos y máquinas para la excavación a aire comprimido que podían evitar la exposición a humos del aceite del combustible utilizado en las más antiguas. Roberto recuerda con sufrimiento y rechazo las batallas perdidas, de los trabajadores muertos, enfermos, despedidos y también de los detenidos.

De aquella temporada, que terminó hace solamente treinta años, todavía sobreviven actores clave  ya que muchos mineros se incorporaban al trabajo muy jóvenes.  Estos lugares recuperados como museo son testigos fidedignos de una época, nos cuentan las interesantes historias aunque algunos sectores están todavía en espera de remediación y restauración.

El sector de la mina del Siele fue recuperado hace 15 años y  hoy se puede visitar. El paseo incluye una visita a las plantas de calcinación de cinabrio y destilación de mercurio, una sección de la mina, la descarga de desechos industriales de dichas actividades, los edificios de servicio, una pequeña escuela, la grande y hermosa residencia del director. También había unas pocas habitaciones para los obreros ya que la mayoría de los miles de mineros que allí trabajaban llegaban a pie cada día desde los pueblos más cercanos ubicados a más de 10 km, atravesando el bellísimo bosque antes de sumergirse en los oscuros pozos de las minas.

En los hornos de las plantas industriales de la Abbadia San Salvatore se transformaban las rocas de cinabrio en mercurio líquido. Las estructuras en pie todavía esperan ser descontaminadas y recuperadas para el museo. Bajo los hornos, de tanto en tanto, se puede ver brillar el plateado del mercurio. Aun se sigue evaporando desde el suelo contaminado al aire  y continúa siendo arrastrado por las lluvias que lo conducen a las áreas pobladas circundantes descendiendo luego hasta el valle.

Ya se ha invertido mucho dinero en importantes obras de control de inundaciones que están a punto de ser concluidas. Los patios donde estaban los antiguos hornos Spirek fueron puestos en condiciones de seguridad con un gasto de unos 5 millones de euros. Otros 13 millones de euros están destinados desde hace muchos años a tareas de remediación de la contaminación del sitio pero no están disponibles debido a un impedimento administrativo (llamado “pacto de estabilidad”) que limita las inversiones en obras públicas de las municipalidades italianas, independientemente de la urgencia que significa la exposición a tóxico de cada día y su importante impacto sobre la salud de las comunidades, incluidos los niños.

Este bloqueo de fondos destinados a la remediación de sitios contaminados que exponen visible y cotidianamente a la población son historias disparatadas que apuntan a impedir la implementación de medidas de prevención primaria para proteger la salud y calidad de vida. Las consecuencias son más caras cada día que pasa.

Durante nuestra visita del Museo de la Mina nos encontramos con contenedores de mercurio en que se leía todavía el lugar del destino del embarque de mercurio: Chisso, Minamata, Japón.Nos impresionó mucho verlo ya que hacia menos de un mes habíamos visitado Japón para asistir a la firma del “Convenio Internacional de Minamata sobre Mercurio”. Este convenio, promovido por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente – PNUMA, lleva ese nombre para recordar siempre el desastre que tuvo lugar allí.

Minamata queda así en la historia de los lugares tristemente célebres debido a este episodio de intoxicación masiva crónica de su población pesquera, cuyo alimentación se basaba en el pescado contaminado con mercurio proveniente de las aguas de la bahía donde la empresa Chisso volcaba sus residuos industriales.

Continuará…

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