La ex presidenta de la Nación declaró ante el juez Claudio Bonadio por el caso de venta de dólar futuro. Llegó acompañada por su custodia y su abogado Carlos Beraldi al cuarto piso de Comodoro Py. La indagatoria la tomó una secretaria del juzgado en un espacio reducido. La ex presidenta se sentó junto a su abogado frente a la secretaria. Detrás estaban el fiscal Eduardo Taiano y el juez Bonadio.
El fiscal se le presentó y la ex presidenta, según fuentes judiciales, le dijo “a Usted quería conocerlo personalmente”. Bonadio dijo “buen día” desde detrás de la presidenta. El abogado Beraldi se paró y le dio la mano al juez. Nada más.
Le leyeron la prueba en su contra y presentó un escrito. No respondió preguntas y al salir encabezó un acto frente a miles de personas que aguardaban afuera del edificio.
La ex presidenta señaló:
– Que la acusación de asociación ilícita no es correcta.
– Que en la única organización que participó fue en el Poder Ejecutivo Nacional como titular, electa por voluntad mayoritaria del pueblo argentino por el 46 y 54%, además de ser afiliada al Partido Justicialista.
– Las pruebas sobre la supuesta asociación ilícita no tienen el menor asidero jurídico y técnico.
– Que Bonadio tiene manifiesta aversión política por ella.
– Que esa aversión (el juez) la hizo pública cuando manifestó que tenía opiniones privadas sobre ella que se las reservaba.
– Esa y otras actitudes de Bonadio lo hacen manifiestamente arbitrario, parcial, orientado políticamente y tendiente a actuar políticamente en el campo de lo partidario.
– Ese es un terreno –explicó la ex presidenta- reservado a quienes se presentan a elecciones, actúan en política, se someten a voto o no.
– Esas actitudes están –señaló- prohibidas para los que deben administrar justicia igualitaria para todos los ciudadanos.