Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS3 Diario DPI Suplemento Derecho Público Comparado Nro 03 – 30.06.2016


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

La historia jurídica de la Unión Europea

Por Denise Ciraudo

Los intentos por conseguir la unión de los estados europeos tal y como la conocemos hoy, fue una tarea difícil que llevo más de cincuenta años de acuerdos. Sin embargo, esa idea de unidad de los pueblos con el fin de alcanzar la paz y la prosperidad en todo el continente, parece no haber sido suficientemente fuerte para la mayor parte de los ciudadanos de Reino Unido, quienes el pasado 23 de junio se proclamaron en contra de su permanencia en la Unión Europea.

En este trabajo intentaré resumir brevemente la historia jurídica de la Unión Europea, analizando los principales acuerdos que permitieron la formación de la comunidad tal y como la conocemos en la actualidad, con el fin de reflexionar acerca de los esfuerzos realizados para conseguir la paz en los pueblos de Europa.

La historia de la Unión Europea se remonta a la época de la posguerra. Tras la Segunda Guerra Mundial, Francia se vio en la necesidad de reconducir a Alemania al mundo occidental ante el temor a un nuevo conflicto. El Ministro francés de Relaciones Exteriores, Robert Schuman, manifestó la necesidad de llevar a cabo un proceso de integración entre los países europeos. En virtud de ello, el francés Jean Monnet -considerado “Padre de Europa”- advirtió que para llevar a cabo esta idea, debía comenzarse por algo simple que constituya un primer paso para futuros acuerdos entra Francia y Alemania. De esta forma, llegó al convencimiento de celebrar un pacto para la comercialización del carbón y el acero que serviría como garantía de la paz entre estas naciones. Este plan se materializó por medio de la Declaración del 9 de mayo de 1950, la cual contiene la proposición del Gobierno francés de poner en conjunto la producción alemana del carbón y del acero, bajo una alta autoridad común, en una organización abierta a la participación de otros países de Europa. El canciller alemán, Adenauer, aceptó el ofrecimiento de inmediato, admitiendo que dicho acuerdo significaría un gran progreso para el futuro de los dos países y de toda Europa. (Actualmente, es por esta histórica declaración de Schuman que se celebra el Día de Europa el 9 de mayo de cada año).

De esta manera, Francia dio el primer paso para la construcción comunitaria europea. Conviene subrayar el método utilizado –llamado método funcionalista o Método Monnet- descrito por él mismo en sus memorias: “Europa no se hará de golpe ni mediante una construcción de conjunto, se hará mediante realizaciones concretas que creen primero una solidaridad de hecho…”.

El contenido de la Declaración del 9 de mayo de 1950 se tradujo posteriormente en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado en 1951 por Alemania OccidentalBélgicaFranciaItaliaLuxemburgo y los Países Bajos (“los seis”). Asimismo, cabe precisar que el Reino Unido fue invitado a participar de dicho acuerdo, pero la reacción fue diferente. El Gobierno británico se negó, manifestando su posición y presentando un contraproyecto sobre la base de la vieja fórmula de la cooperación intergubernamental. Reino Unido no estaba dispuesto a admitir una autoridad superior a la de los órganos de la Commonwealth, que no reconocían autoridad supranacional a los órganos europeos.

Posteriormente, otros proyectos de unificación tuvieron lugar. Durante la guerra fría, Jean Monnet avanzó sobre un proyecto destinado a la unión de los países de Europa en torno a la defensa, ante la necesidad de dar a los pueblos un sentimiento de seguridad colectiva. En 1952, se firmó en Paris el Tratado que estableció la Comunidad Europea de Defensa (CED) que permitía el armamento de Alemania Occidental en el marco de un ejército europeo. Sin embargo, fracasó debido al rechazo de Francia dos años más tarde.

Tiempo después, “los seis” firmaron en 1957 los Tratados de Roma. La meta planteada en este caso fue lograr un “mercado común” que permitiese la libre circulación de personasmercancías y de capitales, creándose así la Comunidad Económica Europea (CEE) como entidad internacional, de tipo supranacional, dotada de una capacidad autónoma de financiación institucionalizada por este tratado. Asimismo, este documento formó una tercera comunidad de duración indefinida, llamada Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), que sentó las bases para la utilización pacífica de la energía atómica en Europa.

En 1986 los países miembros de esta Comunidad Europea (que abarcaba las tres comunidades explicadas), ascendían a doce estados –incluido Reino Unido-. En este momento, comienza a hablarse de “los nueve”[1], haciéndose referencia a “los seis” más Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido. Así las cosas, se firmó el Acta Única Europea (AUE) que pretendió superar el objetivo de Mercado Común para alcanzar el objetivo de Mercado Interior que implicaría un espacio sin fronteras interiores, en el que la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales estaría garantizada. Este Tratado sembró las bases de una política económica y monetaria que habría de desembocar en la moneda única.

En 1992, se firmó el Tratado de Maastricht o de la Unión Europea, que entró en vigor en 1993 e introdujo una nueva estructura institucional compuesta por los conocidos tres pilares de la Unión Europea: el pilar comunitario, que correspondía a las tres comunidades -la Comunidad Europea, la Comunidad Europea de la Energía Atómica y la antigua Comunidad Europea del Carbón y del Acero-; el segundo pilar correspondiente a la política exterior y de seguridad común; y el tercero era el pilar correspondiente a la cooperación policial y judicial en materia penal. Por medio del Tratado de Maastricht también se creó la ciudadanía europea y se decidió la creación de una moneda única europea, el Euro, que entraría en circulación en 2002 bajo control del Banco Central Europeo. En 1995, entró en vigor por completo el Acuerdo de Schengen, mediante el cual se establece un espacio común –denominado espacio de Schengen– por el que puede circular libremente toda persona que haya entrado regularmente por una frontera exterior o resida en uno de los países que aplican el Convenio (cabe resaltar que Reino Unido e Irlanda no pertenecen a espacio Schengen).

Asimismo, en 1999, se firmó el Tratado de Ámsterdam que recogía los principios de libertad, democracia y respeto a los derechos humanos, incluyendo explícitamente el principio de desarrollo sostenible. En 2001 se firmó el Tratado de Niza, que tuvo por objeto reformar la estructura institucional para afrontar la ampliación de la Unión Europea, y en el año 2002, se extinguió la Comunidad Europea del Carbón y el Acero tras finalizar su periodo de validez (que fueron 50 años). En 2004, se firma el Tratado Constitucional, por el que se establece una Constitución para toda Europa.

Por último, en 2007 se firmó el Tratado de Lisboa (que entró en vigor en 2009) con el fin de mejorar el funcionamiento de la Unión Europea mediante la modificación del Tratado de Maastricht y los Tratados de Roma. Este tratado hizo que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea fuese jurídicamente vinculante para los estados miembros.

Actualmente, la Unión Europea cuenta con la adhesión de veintiocho estados y posee personalidad jurídica única como sujeto de derecho internacional. Si bien en su origen sus fines fueron esencialmente económicos, progresivamente se incluyeron fines políticos, con el objeto de ejercer una soberanía común. En cuanto a sus instituciones, las principales son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas y el Banco Central Europeo.

Por lo expuesto, cabe resaltar que el camino por alcanzar la unión de los estados europeos ha sido largo y difícil. Más allá de los pactos firmados y ratificados que han sido explicados, fueron muchísimos los intentos por celebrar otros que no prosperaron. Gracias a la implementación del método Monnet, poco a poco se ha logrado la paz y el progreso de los países que hoy en día conforman la UE.

Luego de analizar los esfuerzos para alcanzar la integración a lo largo de medio siglo, sólo queda por preguntarnos si ha sido acertada la decisión del 51,9% de los británicos de apartarse de los principios y los derechos que otorga la pertenencia al régimen comunitario.

[1]  La expresión “los nueve” hace referencia a los países cabecilla de esos doce estados (que antes eran “los seis” originarios).

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