Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario Penal Nro 170 – 27.10.2017


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Las huellas labiales como alternativa en la identificación forense (Parte I)

Por Alan Diego Briem Stamm
  1. Introducción

En la identificación forense la cavidad oral puede aportar una miríada de posibilidades. En razón de las características distintivas de los dientes, constituye una de las metodologías más recurridas para identificar a alguien. Se sabe que los dientes tienen propiedades que le otorgan elevada resistencia a condiciones físicas y químicas extremas[1][2]. Sin embargo, en algunas circunstancias particulares, la investigación penal puede nutrirse de otros datos que resultan idóneos para el proceso de identificación humana, como aquellos originados en los tejidos blandos orales y periorales[3][4][5]. En tal contexto, los labios son objeto de pormenorizado análisis por ostentar caracteres que permiten individualizar a una persona, denominándose queiloscopía al estudio de las impresiones generadas por ellos. El origen etimológico de la palabra queiloscopía deriva de los vocablos griegos cheilos, labios, y skopein, observar5. El interés forense de la queiloscopia está ligado al hecho de que las impresiones generadas por los labios son únicas para cada persona, excepto en gemelos monocigóticos5 [6] [7]. Al igual que las huellas dactilares y las rugas palatinas, los surcos de la cara mucosa de ambos labios son permanentes e inalterables, resultando factible identificar los patrones labiales a partir de la sexta semana de vida uterina 5 [8] [9]. Desde ese momento, tales patrones localizados en los surcos labiales rara vez se modifican, tolerando diferentes patologías, como por ejemplo lesiones herpéticas. En ese sentido, sólo aquellos daños que afectan estructuralmente al labio como las quemaduras, parecen descartar el estudio queiloscópico[10].

  1. Reseña histórica

Tales caracteres biológicos en los labios fueron descritos originalmente por el antropólogo alemán Fisher en 1902[11], no obstante, recién en 1930, Diou de Lille desarrolló estudios que condujeron al uso de las huellas labiales en la criminología 5. Asimismo, en 1932, Edmond Locard, uno de los criminólogos más reconocidos de Francia, ponderó la importancia de la queiloscopia 3 5. Hacia 1950, Le Moyne Snyder, en su libro “Homicide Investigation”, mencionó la posibilidad de utilizar impresiones de labios en la identificación forense[12]. Tiempo después, Martin Santos en Brasil sugirió que las fisuras y las líneas entrecruzadas a nivel labial se podían dividir en diferentes grupos (simples y compuestos), y cada grupo originar a su vez ocho subtipos[13]. En Francia, Renaud, en el año 1972, analizó 4000 impresiones labiales, reforzando el concepto de singularidad de cada una de ellas 5. Dos años más tarde, Suzuki y Tsuchihashi desarrollaron otro estudio que originó una nueva clasificación para huellas labiales. Ambos autores japoneses pusieron énfasis en la unicidad de las improntas labiales, ahondando también sobre la respuesta labial a los efectos del trauma, al observar que luego de la cicatrización, el patrón de los labios era idéntico al anterior a la lesión [14] [15].

  1. Aspectos anatómicos

Los labios son dos pliegues móviles altamente sensibles, compuestos de piel, músculo, glándulas y membrana mucosa que rodean el esfínter oral y forman el límite anterior de la cavidad oral. Anatómicamente, ya sea cubierto por piel o mucosa, la superficie que forma el esfínter oral constituye el área específica del labio. Se describe un labio superior (que se origina por debajo de la nariz y se extiende lateralmente hacia la mejilla, a través del surco nasolabial) y un labio inferior (formado por una estructura prominente, denominado surco mentolabial). Ambos labios se unen en los extremos de la cavidad oral, constituyendo las comisuras labiales 3 5 11. Cuando ambos labios se encuentran, se forma una línea ondulada blanca, llamado cordón labial, que es bastante prominente en la etnia negra. La zona de la mucosa que reviste los labios es la que más interesa desde el punto de vista de la identificación queiloscópica. Dicha superficie, denominada zona de Klein, rosa o bermellón 5 11, está cubierta con surcos y arrugas que originan un patrón característico: la impresión labial. Empero, esta no es la única área que amerita un estudio cuidadoso desde el punto de vista queiloscópico, ya que también se debe analizar la anatomía del labio. Considerando su posición, los labios pueden clasificarse en horizontales, elevados o deprimidos 3 5 11 y, teniendo en cuenta su espesor, es posible identificar cuatro grupos: labios finos (comunes en europeos y caucásicos); labios medianos (de 8 a 10 mm, son los más frecuentes); labios gruesos o muy gruesos (generalmente con una inversión del cordón labial, observados con mayor predominancia en negros) y finalmente aquellos que resultan de la combinación de los tres anteriores (usualmente más vistos en orientales)3 5 9 11.

 

[1]  Acharya AB, Sivapathasundharam B. Forensic Odontology. In: Rajendran R, Sivapathasundharam B. Editors. Shafer’s Textbook of Oral Pathology. 5th ed. Elsevier: New Delhi; 2006. p. 1199-227.

[2] Nuzzolese E, Di Vella G. Future project concerning mass disaster management: A forensic odontology prospectus. Int Dent J 2007;57:261-6

[3] Dineshshankar J.; Ganapathi, N.; Yoithapprabhunath T. R.; Maheswaran, T.; Kumar, M. S. & Aravindhan, R. Lip prints: Role in forensic odontology. J. Pharm. Bioallied Sci. 5(Suppl. 1):S95-7, 2013.

[4] Caldas, I. M.; Magalhães, T. & Afonso, A. Establishing identity using cheiloscopy and palatoscopy. Forensic Sci. Int., 165(1):1-9, 2007.

[5] Caldas, I. M.; Magalhães, T. & Afonso, A. Establishing identity using cheiloscopy and palatoscopy. Forensic Sci. Int., 165(1):1-9, 2007.

[6]Ball, J. The current status of lip prints and their use for identification. J. Forensic Odontostomatol., 20(2):43-6, 2002.

[7] Kandell, J. L. Lip prints: New aid in fight against crime. Boca Raton News, 26 de Noviembre, 1970.

[8] Kasprzak, J. Possibilities of Cheiloscopy. Forensic Sci. Int., 46(1-2):145-51, 1990.

[9] Vahanwala S, Nayak CD, Pagare SS. Study of lip-prints as aid for sex determination. Medico – Legal Update. 2005-07-2005-09; Vol. 5, No. 3. Available from: http://www.indmedica.com/journals.php journalid=9&issueid=69&articleid=878&action=article.

[10]  M.A. Molano, J.H. Gil, J.A. Jaramillo, S.M. Ruiz, Estudio queiloscópico en estudiantes de la facultad de odontología de la Universidad de Antioquia, Rev. Fac. Odontol. Univ. Antioquia 14 (1) (2002) 26–33.

[11] Sivapathasundharam B, Prakash PA, Sivakumar G. Lip prints (cheiloscopy). Indian J Dent Res 2001;10:234-7.

[12] Snyder, L. Homicide Investigation: practical information for coroners, police officers, and other investigators. Springfield, Charles C. Thomas, 1950.

[13] Santos M. Queiloscopy: A supplementary stomatological means of identification. Brazil. International Microform J. Legal Med. 2 (1967) 66.

[14] Tsuchihashi Y. Studies on personal identification by means of lip print. Forensic Sci Int 1974;3:233-48.

[15] Suzuki, K. & Tsuchihashi, Y. Two criminal cases of lip print. Forensic Sci, 5(2):171, 1975.

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