Home / Area / DOCTRINA EN DOS PÁGINAS Diario Ambiental Nro 227- 20.12.2018


DOCTRINA EN DOS PÁGINAS

Un imperativo mundial: las conclusiones del Informe del Panel Intergubernamental sobre el Calentamiento Global de las Naciones Unidas y del Estudio de la Fundación Mundial para la Naturaleza

Por Adriana Norma Martínez y Adriana Margarita Porcelli

“Las decisiones que tomemos hoy son decisivas para garantizar un mundo seguro y sostenible para todos, tanto ahora como en el futuro…  Los próximos años son probablemente los más importantes de nuestra historiaDebra Roberts, 2018.[1]

               El 8 de octubre de 2018, The Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC)[4], el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, reunido en Incheon, Corea del Sur, publicó un informe especial sobre calentamiento global, intitulado: “Global Warming of 1.5°C, an IPCC special report on the impacts of global warming of 1.5°C above pre-industrial levels and related global greenhouse gas emission pathways, in the context of strengthening the global response to the threat of climate change, sustainable development, and efforts to eradicate poverty“[5]
El nombre completo del informe en castellano es Calentamiento global de 1,5 °C, Informe especial del IPCC sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían seguir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, en el contexto del reforzamiento de la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, el desarrollo sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza.

               Se considera que constituirá un aporte científico clave en la Conferencia sobre Cambio Climático de Katowice, Polonia, a reunirse en diciembre de 2018 (COP 24), cuando los gobiernos revisen el Acuerdo de París para abordar el cambio climático. En su elaboración participaron noventa y un autores y editores-revisores de 40 países en respuesta a una invitación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático cuando aprobó el Acuerdo de París en 2015.

En el documento, el grupo intergubernamental de expertos en cambio climático de la ONU advierte que se está terminando el tiempo para evitar un desastre ambiental y que es necesaria una transformación urgente, profunda y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad y de la economía mundial para que el planeta no se vuelva inhabitable. Afirma que si la meta consiste en que la temperatura de la Tierra no suba más de 1,5°C se necesitarían transiciones rápidas y de gran alcance en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades.

Según el Reporte, un aumento de 1,5°C conllevaría riesgos relacionados con el clima para la naturaleza y la humanidad, pero serían menores que los de un incremento de 2°C. Limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1,5° por encima de los niveles preindustriales, en lugar de cumplir con la meta de 2°C acordada en las conversaciones sobre el cambio climático de París en 2015, tendría claros beneficios, reduciría los impactos problemáticos en los ecosistemas, la salud humana y el bienestar, y facilitaría la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Por ejemplo, en 2100 la elevación del nivel global del mar sería 10 cm inferior con un calentamiento global de 1,5°C en comparación con uno de 2 °C. La probabilidad que el océano Ártico quedara libre de hielo en verano sería de una vez por siglo con un calentamiento global de 1,5°C, frente a un mínimo de una vez por decenio con uno de 2°C. Los arrecifes de coral disminuirían entre un 70% y un 90% con un calentamiento global de 1,5°C, mientras que prácticamente todos ellos desaparecerían con uno de 2 °C.

También, el impacto en las especies será menor con 1,5ºC, menos incendios forestales, pérdidas de territorios y especies invasivas. Con 1ºC, 4% de la superficie terrestre cambia de ecosistema, con 2ºC será un 13%. Con 1,5ºC se limitaría la acidificación del océano (vinculado a la concentración mayor de dióxido de carbono) que amenaza la existencia de las especies marinas y la caída de la productividad del maíz, arroz o trigo será más limitada con 1,5ºC que con 2ºC de variación.

Los científicos aseguran que contener el calentamiento a 1,5°C es física y químicamente posible, pero las emisiones netas globales de dióxido de carbono generadas por el hombre deberían disminuir en aproximadamente un 45% para el 2030 desde los niveles del 2010 y alcanzar un “cero neto” o “neutralidad” para mediados de siglo aproximadamente en 2050. En otra palabras, la “neutralidad de carbono” significa cesar de emitir hacia la atmósfera más dióxido de carbono que lo que se puede retirar. La “neutralidad” implica sólo conservar las emisiones “residuales” para los sectores que no pueden evitarlas (aviación por ejemplo). Las otras emisiones (metano, hollín) también deberán reducirse, aunque con menor prioridad ya que son menos persistentes.

En el informe se afirma que si se permite que la temperatura global supere o “sobrepase” 1,5°C, sería necesario depender en mayor medida de técnicas que absorbieran el dióxido de carbono de la atmósfera para volver a un calentamiento global inferior a 1,5°C en 2100. La efectividad de esas técnicas no está probada a gran escala y algunas de ellas pueden conllevar importantes riesgos para el desarrollo sostenible.

Entre las medidas necesarias para una transformación urgente, las energías renovables deberían pasar de 20% a 70% de la producción eléctrica hacia la mitad del siglo, la parte de carbón debería casi desaparecer, la demanda de energía debería bajar y la eficacia energética aumentar. La industria debería reducir sus emisiones de dióxido de carbono de 7590% para 2050 en relación a 2010 (comparado a 50-80% con 2ºC), el transporte debería pasar a utilizar energías bajas en carbono (35-65% en 2050 contra menos de 5% en 2020). Se necesitarán inversiones anuales de 2,4 billones de dólares entre 2016 y 2035 para la transformación de los sistemas energéticos, esto es un 2,5% del PIB mundial.

Además del presente informe sobre Calentamiento global de 1,5°C, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático finalizará otros dos informes especiales en 2019: el Informe Especial sobre los Océanos y la Criosfera en un Clima Cambiante y el Cambio Climático y la Tierra y un Informe Especial sobre el Cambio Climático, la Desertificación, la Degradación de las Tierras, la Gestión Sostenible, la Seguridad Alimentaria y los Flujos de Gases de Efecto Invernadero en los Ecosistemas Terrestres.

En sintonía, el estudio “Vida Silvestre y Calentamiento Global”[6] realizado por World Wildlife Fund (Fundación Mundial para la Naturaleza), el Centro Tyndall para el Cambio Climático de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, y la Universidad James Cook, de Australia, concluyó que incluso si el aumento de la temperatura global puede mantenerse por debajo de los 2°C, en las próximas décadas el cambio climático afectará negativamente a las especies de animales y plantas en todo el mundo. De no producirse algún cambio y el calentamiento global llega a 4,5°C, muchas más especies podrían morir.

            Partiendo de la base que el cambio climático no se presenta de manera uniforme en todo el planeta y que sus alcances y efectos variarán a nivel local, en dicho estudio se analizaron 35 “lugares prioritarios”[7] para la conservación en todo el mundo. Los Sitios Prioritarios son 35 regiones que albergan ecosistemas y hábitats excepcionales, los más maravillosos del mundo. La ciencia revela que estas regiones son el hogar de una biodiversidad irremplazable y amenazada, y constituyen una oportunidad para conservar la representación más amplia y menos alterada de los ecosistemas de cada una.

Aunque los 35 Sitios Prioritarios son muy diferentes entre sí, el conjunto de los resultados revela algunas tendencias sorprendentes y refuerzan la evidencia incontrovertible sobre la necesidad de emprender cuanto antes acciones planetarias para mitigar el cambio climático. Del análisis se destaca que:

  1. Los extremos climáticos actuales son la nueva normalidad del mañana. En el pasado, los años extremadamente cálidos y secos a menudo han llevado a disminuciones significativas en las poblaciones de las especies. También se prevé que en muchos lugares las temperaturas máximas serán muy superiores a las extremas del pasado, habrá menos lluvias y las sequías serán más prolongadas.
  2. Se necesitará mayores esfuerzos de mitigación climática para evitar la pérdida severa de biodiversidad. Si bien el Acuerdo de París tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global promedio muy por debajo de 2°C (con un objetivo de 1,5°C), los actuales compromisos climáticos nacionales apenas lograrían frenar el aumento en 3,2°C. A medida que aumenta la temperatura, también lo hace la proporción de especies en riesgo. Con un calentamiento de 4,5°C, casi el 50% de las especies que se encuentran actualmente en lugares prioritarios corren el riesgo de sufrir extinción local. Pero si el aumento de la temperatura se limita a 2°C, este riesgo se reduce a la mitad, lo que subraya la importancia de una acción urgente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
  3. Incluso un aumento de 2°C conducirá a pérdidas de biodiversidad generalizadas. En este escenario, casi 25% de las especies en lugares prioritarios están en riesgo de extinción local. Se prevé que las plantas serán particularmente afectadas, ya que con frecuencia son incapaces de adaptarse lo suficientemente rápido a un clima cambiante, lo cual repercutirá en el bienestar de las especies que dependen de ellas.
  4. Reacciones en cadena: más del 50% de las plantas podría desaparecer en algunas zonas si la temperatura se elevara aún más, lo que podría tener efectos adversos en muchas otras especies.
  5. La dispersión de poblaciones puede salvar vidas: algunas especies pueden sobrevivir si rastrean sus condiciones climáticas favorables y se dispersan hacia nuevas áreas. Sin embargo, este traslado plantea problemas considerables, puesto que los hábitats adecuados a los que podrían mudarse quizás no existan, se hayan convertido en campos agrícolas o sean objeto de usos incompatibles con la supervivencia de esas especies. Sin la capacidad de movilizarse, la proporción de especies expuesta a extinciones locales, con un aumento de temperatura global de 2°C, aumenta de 20% a casi 25%. Bajo el peor escenario de no dispersión y con aumento de 4,5°C, esa cifra salta de 40% a 50%.
  6. Los esfuerzos de conservación son cruciales: el cambio climático se suma a las amenazas actuales, como la pérdida del hábitat, la caza furtiva y la explotación insostenible. Será necesario redoblar los esfuerzos locales para proteger y restablecer los corredores biológicos que respaldan la dispersión, y para conservar las áreas que permanecerán como hábitats adecuados, conocidas como “refugios”, incluso a medida que aumentan las temperaturas. La biodiversidad tiene un valor intrínseco, y la pérdida de la vida silvestre de los parajes naturales más maravillosos del planeta empobrece a todos. En algunos casos, se producen claras repercusiones económicas y sociales, tales como la extinción local de especies carismáticas puede anular la posibilidad de realizar actividades turísticas centradas en la vida silvestre, mientras que una planta endémica que no consiga adaptarse al ritmo del cambio climático podría llevarse consigo un avance médico potencial. No se trata solo de la desaparición de ciertas especies de algunos lugares específicos, sino de cambios profundos en ecosistemas que les prestan servicios vitales a cientos de millones de personas.

Por tanto, la humanidad debe concertar una respuesta universal centrada en cuatro aspectos:

  1. a) Reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero: lo que es imposible sin una eliminación veloz y progresiva de los combustibles fósiles, especialmente del carbón, aunque también del petróleo y el gas.
  2. b) La planificación de la conservación debe basarse en las previsiones de las condiciones climáticas futuras y prestar especial atención a las zonas muy vulnerables o resilientes.
  3. c) La continuación de las investigaciones es imprescindible.
  4. d) Difusión del mensaje y participación general de los actores y sectores de la sociedad global.

La biodiversidad es vital para la supervivencia humana. Las personas también se ven directamente afectadas por el cambio climático, y sus respuestas podrían aumentar la presión sobre la biodiversidad que ya está siendo debilitada por factores climáticos. El rápido ritmo del cambio climático, combinado con una explosión poblacional en el siglo pasado, la pérdida de hábitats y la contaminación química y de otros tipos, está causando desequilibrios ecológicos y empujando a cada vez más especies al borde de la extinción.

[1] Intergovernmental Panel on Climate Change. IPCC. (2018)Summary for Policymakers of IPCC Special Report on Global Warming of 1.5ºC approved by governments.” 8 October 2018. IPCC PRESS RELEASE 2018/24/PR. Recuperado de http://www.ipcc.ch/pdf/session48/pr_181008_P48_spm_en.pdf

[2] Abogada, Escribana (UBA). Posgraduada en Derecho del Turismo (UBA). Magister en Ambiente Humano (UNLZ). Profesora Adjunta Regular, Facultad de Derecho, UBA. Jefa de la División Derecho y Profesora Asociada Ordinaria Universidad Nacional de Luján. info@anmart.com.ar

[3] Abogada (UBA) Magíster en Relaciones Internacionales (Universidad Maimónides) Diploma en Derechos Económicos, Sociales y Culturales (UNPSJB) y el Posgrado en Derecho Informático (UNPSJB) Profesora Adjunta Ordinaria Universidad Nacional de Luján. adporcelli@yahoo.com.ar

[4] El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático. Fue establecido en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a fin de facilitase a los responsables de las políticas evaluaciones científicas periódicas del cambio climático, sus implicaciones y sus futuros riesgos potenciales, y propusiese las estrategias de adaptación y mitigación. Tiene 195 Estados Miembros. Comprende tres grupos de trabajo, a saber: el Grupo de Trabajo I, que trata las bases físicas del cambio climático; el Grupo de Trabajo II, que trata los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad; y el Grupo de Trabajo III, que trata la mitigación del cambio climático. También tiene un Grupo Especial para los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero, que elabora metodologías para medir las emisiones y absorciones.

[5] El informe completo se puede consultar en la página web del IPCC http://ipcc.ch/report/sr15/

[6] WWF (2018) Vida Silvestre y Calentamiento Global. Recuperado de https://d80g3k8vowjyp.cloudfront.net/downloads/SPANISH_WWF_ClimateSpecies_Report2018.pdf

[7] Ellos son: 1 Región de los Lagos del Rift de África. 2 Bosques montanos de Altai-Sayan. 3 Amazonía y las Guayanas. 4 Amur-Heilong. 5 Mares del Ártico. 6 Bosques atlánticos. 7 Borneo. 8 Cerrado-Pantanal. 9 Desiertos de Chihuahua. 10 Chocó-Darién. 11 Litoral de África Oriental. 12 Cuenca del Congo. 13 Triángulo de coral. 14 Himalaya Oriental. 15 Fynbos. 16 Galápagos. 17 Gran Cuenca del Mar Negro. 18 Lago Baikal. 19 Madagascar. 20 El Mediterráneo. 21 La cuenca del Mekong. 22 Bosques de Miombo. 23 Namib-Karoo-Kaokoveld. 24 Nueva Guinea y las islas aledañas. 25 Grandes llanuras del norte. 26 El río Orinoco y los bosques inundables. 27 Los ríos de sureste y los arroyos. 28 Chile meridional. 29 Océano meridional. 30 Australia suroccidental. 31 El Pacífico suroccidental. 32 Sumatra. 33 Región marina de África occidental. 34 Ghats occidentales. 35 Cuenca del Yangtsé

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