COLUMNA DE OPINIÓN

Una visión de tiempos actuales y de Putin

Por Jorge Sarmiento García

Vladimir Putin nació en San Petersburgo (ex Leningrado) el 7 de octubre de 1952. De familia modesta, fue hecho bautizar en secreto por su madre, de lo que recién se enteró en 1996. Estudió derecho e ingresó a la KGB (organización de la antigua Unión Soviética dedicada al espionaje y contraespionaje), siendo enviado en 1985 a Dresde, en Alemania del Este. Asistió en 1989 a los graves acontecimientos que allí ocurrieron y a los que seguirían la disolución del Pacto de Varsovia y el naufragio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En enero de 1990, antes del hundimiento del sistema, dejó el servicio activo en la KGB y volvió a Leningrado para acabar su tesis de doctorado. Colaborador directo de Boris Yeltsin (quien accedió por una amplia mayoría al Congreso de Comisarios del Pueblo o Parlamento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1989 y a la presidencia de la República Socialista Federativa Soviética Rusa, de 1991 a 1999), fue elegido en marzo de 2000 Presidente de la Federación de Rusia. De él dijo nada menos que Solzhenitsyn -héroe que no ha temido abogar por el retorno a los antiguos valores del Occidente humanista y cristiano, y que hoy se estarían promoviendo en Rusia-: “Tiene un espíritu penetrante, comprende pronto y no tiene ninguna sed personal de poder. El Presidente comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado”.

Pues bien, continuaremos con el tema del título enlazado con Putin -por ser un asunto que, como sin duda ya advertirá el lector, también nos afecta- teniendo por base lo que ha escrito Alfredo Sáenz en torno del libro “La Russie de Poutine”, obra del Doctor en Ciencias Económicas Iván Blot.

Partimos de las siguientes bases:

1. a) Karl Marx -según Robert Payne- tenía como Biblia el Fausto de Goethe, “el único libro que miraba con una admiración sin reservas, y le gustaba recitar bramando los versos de Mefistófeles, del mismo modo que le agradaba cantar “Old Nick” (apodo en inglés del demonio). Tenía una visión diabólica del mundo y poseía la malignidad del demonio. A veces parecía comprender que estaba realizando un trabajo demoníaco”. Se explica entonces que Marx compartía con Feuerbach que “El fin de la historia acaecerá en el momento en que el hombre tome conciencia de que el único Dios del hombre es el hombre mismo: Homo homini Deus”.
2. b) Para el marxismo, la familia era una institución que debía ser suprimida. La dialéctica marxista pretendía explicar los fenómenos sociales bajo el lente de la lucha entre oprimidos y opresores, y tal ideología aplicaba esa lógica a la institución de la familia. Dos obras históricas son básicas para comprender esta afirmación: El manifiesto comunistay El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Allí sus autores, Karl Marx y Federico Engels, sostienen que la familia es una expresión más del fenómeno dialéctico, que los padres explotan a sus hijos, el padre a la madre, el hombre a la mujer y así en adelante. Los hijos, las mujeres y demás oprimidos deben combatir contra sus opresores. Tal es la base que da fundamento a su propia idea de lucha entre “explotados y explotadores”, pero aplicada a la familia. En consecuencia, se concluye que la familia es una entidad de dominación burguesa que debe ser suprimida.
3. c) El Manifiesto Comunistade Marx y Engels de 1848 afirma: “Los proletarios no tienen patria” y concluye con la consigna: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.

Pero setenta años de comunismo soviético con la persecución organizada por los “Sin-Dios”, no han conseguido extinguir en Rusia ni el cristianismo, ni la familia ni el patriotismo.

Y Putin, rehabilitando las tradiciones, como gobernante recurre a los fundamentos patrióticos y religiosos, actuando sobre las fuerzas armadas, la familia y la cultura, mientras que el Occidente, que pretende ignorar su tradición cristiana, se instala en la inmanencia. “Europa” y “cristiandad” han sido dos términos tan enlazados que hasta hace escasas décadas la una no podía entenderse sin la otra, mas son muchos los que fundadamente afirman hoy que la Europa post-cristiana ha llegado.

Además, es verdad que siempre ha habido polos de influencia en el mundo y los Estados. Y así, por ejemplo:

1. Antes de 1918, un polo revolucionario liberal, dominado por Francia y el Reino Unido, y un polo conservador, integrado por los Imperios Alemán y Austro-Húngaro.
2. En la década de los años treinta del siglo pasado, se enfrentaron tres polos ideológicos: el polo liberal del Oeste, el polo fascista con Alemania e Italia, y el polo comunista, encabezado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
3. Después de 1945 y de la caída de los regímenes fascistas, el mundo se volvió bipolar. Los Estados Unidos (USA) encabezaban entonces el polo conservador, con un tinte cristiano, liberal y anticomunista, que de hecho había tomado la dirección de la Europa occidental, especialmente gracias a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y el otro polo de la URSS, que apareció como su reverso: revolucionaria, atea, totalitaria, comunista e internacionalista.

Ahora bien, según Blot en la actualidad las cosas se han invertido. Los Estados Unidos, influidos por la revolución cultural de los años sesenta, se han vuelto individualistas, libertarios, anticonservadores, igualitaristas, combatiendo todas las formas de discriminación salvo la del dinero; son hostiles al patriotismo de los otros, cada vez más hostiles frente a las tradiciones cristianas, indiferentes a las desgracias de Oriente y cada vez más belicistas, habiendo librado 43 guerras entre 1946 y 2013.

Rusia, en cambio, hoy fomenta el patriotismo y no se opone al de las otras naciones. Defiende los valores que los demás consideran conservadores: no acepta la “teoría del género” (según la cual el sexo no sería sino una construcción social), defiende los valores del cristianismo y de las religiones tradicionales. Y para mayor comprensión de tal fenómeno social, es de destacar, en cuanto al marxismo, que éste ha venido en rigor de Occidente, sin tener nada de ruso en su pensamiento original, siendo -como decía Lenin- mezcla de economía inglesa, de socialismo francés y de filosofía alemana, lo que explica que el diputado europeo Philippe de Villiers haya contado que, después de una larga conversación con el Presidente Putin, “Al comienzo, tuve la impresión de estar frente al presidente de la Federación de Rusia y es exacto…Al fin de la conversación me he preguntado si no estaba también frente a un verdadero defensor de la cristiandad y de la tradición sin equivalente en el mundo occidental”.

Europa (y no sólo ella) es requerida por los Estados Unidos para implantar una nueva religión, una religión secular o secularizada, la de los “derechos del hombre”, después del fracaso de las otras religiones seculares, “verbi gratia” el comunismo. Y frente a ellos está -como lo estaría actualmente en Rusia- el mundo de la tradición centrado en Dios, en el sentido del honor, la persona humana y el culto de las raíces.

Rusia es mal vista en razón de su posición geopolítica que obstaculiza la voluntad imperialista de los Estados Unidos, pero también porque ella es portadora de los valores tradicionales que son cada vez más atacados desde los años sesenta.

Los Estados Unidos (USA) creen tener por misión civilizar al mundo, para lo cual necesitan controlar al universo, y ello pasa por el control de la Euroasia, el más grande de los continentes. Pues bien, el poder más peligroso en Euroasia para los EEUU es Rusia, en razón de su posición geográfica entre Europa y China. Una alianza Europa-Rusia debe ser entonces evitada a todo precio. USA observa a Rusia como adversaria, defendiendo Estados Unidos una ideología que considera la más adecuada para controlar el mundo, como pretendió hacerlo antes la URSS con el comunismo.

En el contexto de una posible contienda entre Estados Unidos y China, crece la importancia del papel de Rusia. Su enorme arsenal nuclear, su extenso territorio y sus vastos recursos naturales pueden hacer que el apoyo del país decante la balanza a favor de uno u otro. Esto lo sabe perfectamente USA y la estrategia que sigue es la de debilitar a Rusia, algo que llevan intentando desde hace años, para que Rusia no tenga ni voz ni voto en los asuntos internacionales.

Juzgamos pertinente transliterar a continuación expresiones de Vladimir Putin en el sentido que Rusia podrá jugar en el futuro el papel que hubieran podido jugar los norteamericanos de antaño, pero ahora -según él- para tratar de defender las tradiciones, el patriotismo y el cristianismo.

“Muchos de los países euroatlánticos están en tren de rechazar sus raíces, entre ellas los valores cristianos que constituyen la base de la civilización occidental. Están en tren de renegar de los principios morales y de su identidad tradicional nacional, cultural, religiosa y aun sexual…La fe en Dios es igual a la fe en satán…Ello los ha llevado a que hablen seriamente de registrar partidos políticos cuyo objetivo es promover la pedofilia”.

“En muchos países europeos la gente no se anima a hablar de su religión. Los días de fiesta son abolidos o llamados diferentemente: su esencia es escondida, así como su fundamento moral. ¿Qué otra que la pérdida de la capacidad de reproducirse podría ser la mejor prueba de esta crisis moral? Hoy casi todas las naciones desarrolladas son incapaces de reproducirse por sí mismas, ni siquiera con la ayuda de los flujos migratorios…Sin los valores presentes en la cristiandad y en las otras religiones tradicionales, estándares morales que se han formado durante milenios, la gente perderá inevitablemente su dignidad humana. Nosotros consideramos natural y justo defender esos valores”.

Y para concluir, en un discurso del 2013 Vladimir Putin fustigó taxativamente lo que San Juan Pablo II había llamado la “cultura de la muerte”, es decir, el aborto que se practica en Occidente, haciendo suya dicha expresión.

Creemos que, con lo que dejamos expuesto, brindamos al lector algún material como para ir comprendiendo y juzgando algunas cosas que ocurren en el mundo actual…

 

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