COLUMNA DE OPINIÓN

Trasplante de útero ¿una posible solución ante la falta de reglamentación de la gestación por sustitución? (Parte II)

Por María Cristina Mourelle de Tamborenea

Trasplante de útero: Antecedentes de la práctica

La reproducción humana se ve favorecida por la aparición de un nuevo tipo de trasplante: el trasplante de útero. Se trata de una técnica que promete lograr la maternidad en mujeres que carecen del órgano esencial para la gestación, problemas uterinos, extirpación del mismo, pero que permanece en ellas el deseo de ser madres.

Según el Dr. sueco Mats Brännström, en su país los médicos llevan intentando que una mujer trasplantada pueda tener un bebé desde 1978, antes incluso de que se desarrollaran las técnicas de fecundación in vitro.

En cambio, en los Estados Unidos, por primera vez nació un bebé de una mujer con útero trasplantado y el hecho fue considerado por los medios locales como un “hito” en el campo de una cirugía que aún está en fase experimental y genera controversias porque “no salva vidas”. El bebé, que nació a finales de noviembre de 2017 en el Baylor University Medical Center, es el primero en Estados Unidos y el noveno en el mundo. La madre, había nacido sin útero.^[1]

• Desarrollo de la práctica

El paso a paso de un proceso tan complejo como delicado prevé que después de seleccionar a la paciente receptora, se busca una donante que tenga sus deseos reproductivos cumplidos y que no posea patologías infecciosas ni cánceres, con vasos que irriguen bien el útero. “Cuanto más parecidas sean la donante y la paciente desde el punto de vista inmunológico, las probabilidades de rechazo serían más pequeñas -explicó Papier-. En la mayoría de las prácticas llevadas a cabo, las donantes fueron las propias madres o hermanas de la paciente”.^[2]

Dalhm Kahlr, discípula del Dr. Brännström, relató en su paso por Argentina, que las donantes “son mujeres sanas que no se encuentran medicadas, no fuman y no fueron intervenidas quirúrgicamente”. Además, “la mayoría de las mujeres donantes tienen entre 50 y 60 años”. Conseguido el útero, “en la operación de trasplante, se extrae el órgano de la donante junto con una pequeña porción de la vagina y se empalma con la vagina de la receptora con los vasos del útero donado para ‘reconectarlo'”, detalló el especialista, quien destacó que “se empalman los vasos al torrente sanguíneo de la receptora, de tal forma que el útero pueda recibir su aporte sanguíneo”. Una vez que la receptora recibe el útero, se inicia también una terapia inmunosupresora para evitar el rechazo.^[3]

• Los riesgos

Ante semejante procedimiento, y sabiendo que el único fin de la intervención es lograr la maternidad de manera natural, la pregunta fue casi inevitable: al analizar riesgos y beneficios, ¿la maternidad natural “vale” el riesgo? “Creemos que vale la pena porque significa hacer realidad el sueño de muchísimas mujeres de quedar embarazadas; igualmente debemos aprender, investigar y que el procedimiento no se convierta en una rutina clínica sino que, como se hizo hasta el momento, se analice cada caso, las condiciones de donantes y receptoras –señaló Brännström–. El procedimiento se realiza de forma segura y con todas las condiciones”. A lo que Papier agregó: “Los riesgos son los mismos que en cualquier otro tipo de trasplante, pero éste cuenta con dos ventajas: son pacientes totalmente sanas, y una vez que el órgano cumplió su función se puede retirar, y se retiraría la medicación inmunosupresora”. Dado que el país no cuenta con una norma que regule la práctica de vientre subrogado, Gogorza analizó que “el trasplante de útero es una gran posibilidad de dar respuestas a muchas pacientes”. ^[4]

Primer trasplante en nuestro país: El protocolo de investigación experimental en una oveja

En marzo de 2016, luego de cinco horas de cirugía, el Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires culminó con éxito la primera operación de trasplante de útero en Argentina. La práctica fue llevada a cabo en una oveja y se considera un punto de partida para replicar la técnica en seres humanos. Este ensayo estuvo encabezado por los Dres. Mats Brännström y Pernilla Dalhm Kahlr dos de los expertos del equipo sueco que consiguió realizar siete trasplantes exitosos en su país, después de una década de investigación. Del procedimiento efectuado en el citado hospital, participaron los expertos argentinos Sergio Papier, presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva (ALMER) y el doctor Sebastián Gogorza, Jefe del departamento de ginecología de ese nosocomio. Al ser consultado sobre los riesgos del trasplante en seres humanos, Mats Brännström explicó que “los riesgos son los mismos que en cualquier otro tipo de trasplante. Este cuenta además con dos ventajas: la primera es que son pacientes totalmente sanas, y la segunda es que una vez que el órgano ha cumplido su función se puede retirar, y se retirarían la medicación inmunosupresora”.

El motivo de la presencia del Dr. M. Mats Brännström en el Foro Internacional organizado por ALMER, bajo el nombre de “Trasplante uterino, de la utopía a la realidad”, realizado en Buenos Aires, tuvo como finalidad que en el país se pueda replicar el protocolo de investigación desarrollado por el citado cirujano, y de este modo sumar experiencias para validar la técnica.

1. Situación de las mujeres transexuales

¿Podría una mujer transexual llegar a tener hijos? Cada vez, las operaciones de cambio de sexo son más numerosas y la sociedad acepta más estos cambios.

Thomas Beatie se hizo famoso en todo el mundo en 2008 tras convertirse en el primer hombre embarazado del planeta. Beatie nació y creció en Honolulu, Hawaii, y fue el primero de dos hijos. Su madre era de San Francisco, además de tener ascendencia inglesa, irlandesa, escocesa y galesa. Su padre, con ascendencia coreana y filipina, nació y creció en Hawaii.

En marzo de 2002, Beatie se sometió a una cirugía de reasignación sexual. Dicho procedimiento, implicó una mastectomía doble, injerto y remodelación areolar y el contorno del pecho para efectuar una apariencia masculina. Debido a que él quería tener hijos biológicos y la esterilización no es un requisito para someterse a un cambio de sexo válido en cualquier parte de los Estados Unidos, mantuvo intactos sus órganos reproductivos internos. Se casó con Nancy Gillespie, un matrimonio legalmente válido de sexo opuesto, en Hawai el 5 de febrero de 2003. La pareja se mudó a Bend, Oregon en 2005, presentó impuestos estatales y federales y compraron casas juntos como esposo y esposa. Beatie también fue catalogado como “masculino” en su salud y pólizas de seguro de vida.^[5]

Además, fue conocido como “El hombre embarazado”, tras tener un embarazo a través de inseminación artificial en 2007. Beatie tomó esta decisión, debido a la infertilidad de su mujer Nancy, que fue permitido gracias a la técnica del esperma donado criogénico.^[6]

A modo de conclusión

El trasplante de útero podría ser la respuesta para las personas transexuales que quieran un día llegar a tener hijos. Esta posible afirmación nos lleva a preguntarnos: ¿podría también recibir un trasplante  un hombre?

En el plano médico, el trasplante de útero a hombres para que puedan quedar embarazados podría ser viable en unos años. Pero, ¿y en el plano social? ¿Estamos preparados para ello? Sin duda, se reabriría el eterno debate sobre la estructura familiar, lo moral y lo natural.

^[1] http://www.lanacion.com.ar/2087900, del 2 de diciembre de 2017.

^[2] https://www.infobae.com/2016/03/11/1796228.

^[3] Id. Ant.

^[4] Id. ant

^[5] Labor of Love: The Story of One Man’s Extraordinary Pregnancy by Thomas Beatie, Seal Press, Hardcover November 10, 2008; First Paper Edition August 25, 2009 ISBN 978-1-58005-300-6.

^[6] Thomas Beatie, “Labor of Love: Is society ready for this pregnant husband?”, [«Labor of Love, Is society ready for this pregnant husband?». online version at advocate.com. 14 de marzo de 2008. Consultado el 29 de mayo de 2013.], hardcopy version April 8, 2008, p. 24.

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